El Salem Express es uno de los naufragios más famosos y trágicos en la historia del buceo. Este gran ferry de transporte de pasajeros y vehículos se hundió en diciembre de 1991 en aguas del Mar Rojo.  Existe gran controversia alrededor de esta tragedia debido a que las autoridades locales no proporcionaron mucha información al respecto.

El buque se construyó en Francia en 1963 bajo el nombre de Fred Scamaroni y estuvo navegando por el Mediterráneo realizando diferentes rutas y cambió de propietarios en varias ocasiones, hasta que en 1988 se vendió a la empresa egipcia Samatour Shipping Company, afincada en Suez y que lo cambió de nombre a Salem Express y comenzó hacer la ruta que unía Suez – Safaga – Jeddah.

Con una eslora de más de 100 m y una manga de 17 m era un buque de transporte barato con muy pocos lujos aunque en su interior había más de 40 camarotes, cafetería y la bodega de carga de vehículos que recorría todo el barco en la cubierta inferior y que fue el talón de Aquiles del barco, ya que la bodega no estaba compartimentada y, por lo tanto, con grandes posibilidades de que una vía de agua pudiera inundar la bodega por completo.

En los últimos 10 años de vida del barco estuvo al mando el capitán Hassan Moro, que contaba con una gran experiencia en el Mar Rojo y especialmente en la ruta que realizó el fatídico día 15 de diciembre de 1991 que partió de Jeddah con 644 pasajeros y 71 miembros de la tripulación. Estos son los datos oficiales porque otras muchas fuentes afirman que el barco llevaba en su interior más de 850 personas, acomodadas en la bodega de vehículos.

El Salem Express salió con retraso de Jeddah y puso rumbo a Safaga, su primera parada, más de 36 h separaban los dos puertos. El ferry se aproximaba a Safaga de madrugada, eran aproximadamente la 1.30 h y las condiciones meteorológicas empeoraban cada minuto que pasaba con vientos muy fuertes y olas de más de 10 pies. El capitán Moro habitualmente accedía a la bahía  por un atajo que pocos capitanes se atrevían a hacer, cruzando entre los pequeños espacios que hay entre arrecifes en el sistema coralino de Hyndman.

Súbitamente cuando todas las personas a bordo se encontraban en el interior del barco debido a los fuertes vientos que había en el exterior el Salem Express golpeó contra una formación de arrecifes de Hyndman. La compuerta de la parte delantera del barco que se usaba para cargar los coches y vehículos se desencajó debido al violento impacto.  Rápidamente, la bodega de carga empezó a inundarse  y en aproximadamente (según cuentan los testigos) en 10 minutos el barco se hundió a 30 m de profundidad.

El Salem Express se comunicó solo 2 veces con el puerto de Safaga. En la primera comunicación informó que había golpeado contra algo y que el barco estaba un poco escorado. Tres minutos más tarde comunicó que estaban en serios problemas, pero no dieron una razón concreta y cortaron la comunicación. Dos minutos después anunciaron solo una vez por el canal 16 de emergencias marítimas que se hundían y solicitaban auxilio y rescate inmediato. No dio tiempo a lanzar al agua ni una sola balsa salvavidas de las que llevaba el ferry.

En esta parte del artículo es donde entramos en el terreno de las especulaciones y distintas versiones de los hechos. Como hemos comentado a bordo oficialmente iban 644 pasajeros, pero numerosas investigaciones independientes y relatos de familiares de las víctimas  aseguran que eran muchas más personas las que estaban a bordo. Los expertos que han estudiado el caso, señalan que lo más probable es que fueran entre 700 y 800 personas, pero entrevistas que se hicieron a operarios del puerto de Jeddah elevan esa cifra a más de 1.100 personas, que según sus relatos iban hacinados en la bodega para vehículos.  La cifra oficial de supervivientes es de 180 personas y 470 personas fallecidas.

También existe mucha controversia sobre las primeras horas después de la catástrofe, ya que la Marina Egipcia prohibió el acceso a lugar del accidente y se encargaron ellos de los primeros auxilio y posibles rescates.  El problema es que las 3 fragatas que enviaron tuvieron que partir de Hurghada a unas 4 h de navegación hasta Safaga, cuando llegaron, y también debido al mal tiempo era demasiado tarde. Al día siguiente se unieron unidades aéreas del ejército que estuvieron todo el día 16 de diciembre  buscando supervivientes. Pasados dos días permitieron a aviones de Estados Unidos de reconocimiento de las bases de Qatar y Arabia Saudí acceder a la zona. Estuvieron los siguientes tres días buscando supervivientes utilizando todos los medios técnicos disponibles, pero ya era demasiado tarde.

Dos días después del hundimiento del barco, la Armada egipcia, con la ayuda de instructores de buceo y buzos de Hurghada y Safaga, comenzó la desafortunada tarea de recuperar los cuerpos atrapados dentro del naufragio. La operación de recuperación duró 3 días y se estimó que  se recuperaron aproximadamente 850 cuerpos (incluido el cuerpo del capitán Moro),  lo que varía drásticamente del número de muertos “oficial”. La Armada egipcia canceló la recuperación de los cuerpos cuando se volvió demasiado peligroso para los buzos ingresar a las cubiertas inferiores del barco. Dos años más tarde, un grupo de expertos buceadores técnicos internacionales exploraron absolutamente todo el barco, recuperando algunos restos y depositándolos en el interior de una estancia que soldaron para que nadie pudiera acceder.

Es uno de los barcos hundidos más impresionantes en el que hacer submarinismo. Bucear en el naufragio del Salem Express ha sido motivo de controversia debido a la cantidad de vidas perdidas. Dicho esto, los buzos deben acercarse a esta inmersión con el mismo respeto que tendrían al bucear en un naufragio de una tumba de guerra o al visitar un cementerio.

Para bucear en el Salem Express se puede hacer desde los centros de buceo de la ciudad de Safaga, pero sin duda la forma más cómoda es hacerlo en un barco de safari o vida a bordo de buceo. Normalmente, los barcos que realizan la Ruta Norte + Brothers o la Ruta Pecios del Mar Rojo suelen tener una parada obligada en este pecio.

Nada más sumergirnos sorprende la dimensión del buque y la visibilidad, pudiendo en ocasiones ver el pecio completamente desde la superficie. El imponente casco del barco se ve hasta donde llega la vista, con las hélices y timones también de grandes dimensiones hacen una idea al submarinista de lo que le espera durante la inmersión.

El barco se encuentra a una profundidad de 30 m y reposa sobre el lado de estribor, por lo que está completamente escorado dejando la quilla visible. Si se realiza buceo recreativo, se visitarán algunas zonas interiores como puede ser el restaurante-cafetería, parte de la bodega, o el puente de mando.  Por norma general comenzaremos la inmersión en la zona de popa, para ver la impresionante vista de la compuerta de popa, las hélices y la bodega de grandes dimensiones que tenemos delante.

Si se decide entrar a las bodegas (en ocasiones hay personas que prefieren no entrar) este será el momento. Según nos vayamos adentrando, comenzaremos a ver los enseres de las personas que iban a bordo y que han hecho trágicamente famoso a este pecio. En el interior de la bodega, encontraremos sobre todo regalos y productos que traían para cumplir con la tradición de llevar regalos de la Meca a los familiares. Desde productos de algodón como mantas y sábanas, hasta regalos para niños como bicicletas o juguetes.

En el exterior del barco destaca la gran estructura y superestructura, así como la posición del barco completamente acostado sobre uno de sus lados. En proa se puede observar todavía la vía de agua que se abrió al colisionar con el arrecife y que fue la perdición del barco. Actualmente, en el barco se pueden observar muchos detalles que siguen intactos, como por ejemplo los logotipos de la compañía, la antena de comunicación o las mesas y mobiliario de la cafetería.

Poco a poco el buque se va colonizando por distintas especies de arrecife. También corales de todo tipo van avanzando poco a poco por la estructura del barco y ahora mismo gran parte del casco se encuentra cubierto por acróporas y coral blando. También anémonas con los peces payaso se ven en distintas partes del pecio así como peces pipa, salmonetes, rayas moteadas, antias, peces loro, nudibranquios y pequeños bancos de barracudas entre muchas otras especies.

Terminaremos la inmersión recorriendo el casco por el exterior para hacer la parada de seguridad antes de volver a superficie donde podremos admirar de nuevo las vistas panorámicas del barco que sobrecogen hasta los submarinistas más experimentados.  Si eres amante de los barcos hundidos el Salem Express debe ser uno de los grandes pecios que tendrás que apuntar.